
Página 14. “59 años. Pocos años para tanto amor. Te quiero”. Su lectura lo paraliza todo sin que nadie lo perciba a mi alrededor. Ni siquiera está firmado. Un amor tan poderoso no necesita remite, sólo destinatario. Y, hoy, ese anuncio estaba exclusivamente dedicado a un lector.
Siento que su lectura perturba esa relación, que me convierto en una espectadora privilegiada de una correspondencia íntima, que puedo compartir una intimidad que no me pertenece. Quiero pensar que quien escribe no sabe si llegará a su amada. ¿Amada? Instintivamente me aferro a la idea de que está escrito por una pluma masculina para una mujer que no sabe que está dirigido a ella. La emoción contenida en este escaparate me lleva a recordar que uno siempre es el gran amor de otra persona, aunque nunca llegue a saberlo.
6 comentarios:
Sí... es monito soñar escribir para esa persona aunque nunca llegue a leerlo... muy lindo escrito,me hiciste suspirar por un momento
Bien, bien, bien! Gracias por volver! Bonifaz ve un poquito el sol a pesar de ser una calle oscura...
Me acabo de llevar una legría a estas horas de la tarde. Qué bueno que volviste¡ Por cierto, gracias por la felicitación de Navidad. Fue la única que me llegó del Ayuntamiento... Jejeje. Mil besos.
Con la carrerilla que habías cogido.... No hay nada en la página 15 que llame tu atención??? Vuelve!!!!!!!!!
N.
¡¡¡¡¡Peneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!
Desde lo más profundo de la web se oye este desgarrador llamado. Vuelve.
Tu teclado ayudado por el impulso de las yemas de tus dedos son la inspiración de mis ideas...
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