
Espero que la lleven a conocer la sala de audiovisuales. Ese espacio mágico y oscuro inundado de imágenes y silencio donde Alex y yo hablábamos sin palabras después de cada desencuentro, después de Buenos Aires.
Oli y Gon. El bebé de Beíta ha entrado en conexión con un pretérito común que aún se mantiene efervescente. Con Gontxal, vuelve el vitriólico Arakis, Fito cuando no era el de los Fitipaldis en aquel concierto en el Kovalsky, ¿qué fue de Isabelona?, Alberto el gallego padre de nuevo, Gonzalo con más canas y más kilos, Juan y Susana en Londres, el programa de Evadida en Telebilbao...
Pretérito que se agita para que Olivia sepa que tiene una huella vasca. Cuando la vida pasaba a la velocidad de la luz por delante de nuestros ojos. Cuando todo estaba a punto de ebullición. Cuando Gorordo pintaba Bilbao de verde. Cuando inventamos Leza. Cuando las txoznas parecían dotadas de un poderoso imán. Cuando los zuritos provocaban carcajadas y el Scuba era un bar de culto.
Pretérito que se agita para que Olivia sepa que tiene una huella vasca. Cuando la vida pasaba a la velocidad de la luz por delante de nuestros ojos. Cuando todo estaba a punto de ebullición. Cuando Gorordo pintaba Bilbao de verde. Cuando inventamos Leza. Cuando las txoznas parecían dotadas de un poderoso imán. Cuando los zuritos provocaban carcajadas y el Scuba era un bar de culto.
Espero que pueda querer un Bilbao sin Alex en el que ahora también habita Olivia.
2 comentarios:
Ojalá mi Oli pueda disfrutar en su vida de un pretérito tan intenso como el que nosotras compartimos.
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n.
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