viernes, 19 de octubre de 2007

Macedonia sentimental


Hay quien ha venido al mundo para amar a una sola persona y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella. El mundo es demasiado grande como para confiar en que sólo haya una media naranja cuyos gajos encajen exclusivamente con cada uno de nosotros. Los amantes bipolares serbios son la excepción: ¿estarán condenados a exprimirse mutuamente su zumo durante toda su existencia?


A veces alguien consigue vivir una perturbadora historia de amor sin fecha de caducidad. Hasta tal punto que ha quedado cientificamente probado que se puede morir de amor. Después de doce años de investigación Roberto De Vogli, epidemiólogo del University College de Londres, ha llegado a esta conclusión que ya avanzaron los románticos.


Fascinada como estoy por estas conclusiones y por el amor bipolar, he quedado con la otra Olga para hablar de hombres. Nos hemos sumergido en esa especie de bucle melancólico tan femenino que nos lleva, una vez más y con renovado entusiasmo, a repasar nuestras respectivas biografìas sentimentales. Hemos llegado a la conclusión de que he tenido tres medias naranjas y algunas mandarinas. No desvelo los zumos que se ha tomado la otra Olga, por si me llega un toque de atención de la Alcaldía. Me gustaría tener el desparpajo de Marisane para hablar de mi macedonia sentimental.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

También ha quedado científicamente demostrado que somos porque amamos. Recientemente he terminado de leer El viaje al amor de E.Punset. Soprendente visión del amor desde unas nuevas bases científicas que aporta una visión muy diferente del concepto de amor romántico inventado hace tan poco tiempo.
Por cierto, sostiene que seremos más felices cuanto tengamos 65 años porque nuestro 'archivo' de experiencias es más completo. Ya lo dice una amiga mia, nos vamos a jartar de follar en la residencia de anciamos, amiguitas. XD

Anónimo dijo...

Querida Penélope,
Qué pasa cuándo crees haber encontrado tu media naranja pero el miedo a que ella te vea como un simple zumo te impide hacer o decir nada? Sabes?, hace mucho tiempo que no me gustaba tanto una naranja que por su tamaño puede ser una mandarina. Besos

Anónimo dijo...

Estimado anónimo,
Creo que en asuntos de zumo, te podrá aconsejar Don Simón mejor que yo.
Pero el peligro está en los limones, no en las mandarinas.

Mi mascota pepe el pez

Geo Visitors Map
Powered By Blogger