lunes, 5 de octubre de 2009

Lo nuestro

Algún día le pondré palabras a esta historia. A lo nuestro. El día que encuentre las letras que atrapen en el papel la intensidad de nuestros sentimientos...

7 comentarios:

Esceptico dijo...

Veo que recuperas el blog. Que no decaiga.

Manny dijo...

Supongo que inspirado por una lectura de Javier Marías, me ha dado por pensar que la vida es una farsa. Aunque también supongo que no se necesita que nadie te inspire para llegar a esa conclusión. León Felipe, el boticario de la Plaza de la Esperanza, escribió lo siguiente: Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
Lo dicho, todo una farsa. Disculpe Srta. (que no me levante) que haya utilizado su blog para contar un cuento.

Manny dijo...

Voy a seguir aprovechando tu silencioso permiso para utilizar este blog. Ya sabes, el que calla otorga.
En el anterior post dije que inspirado por Javier Marías, etc...
Pues esta es la frase del susodicho:"Por eso suelo encerrarme solo en casa a ver videos, para refugiarme en la verdadera ficción y huir de esa otra ficción bastarda a la que aún llamamos realidad". ¡Toma ya!

El otro lápiz dijo...

Las calles de Ciudad se quedan casi totalmente vacías. Si alguien se asoma a una ventana tendrá la sensación de que está viendo como una especie de imagen congelada. Nada más terminar sus tareas diarias, la gran mayoría de los habitantes buscan con premura el refugio de sus casas. Tratan de evadirse ayudados por los tranquilizantes que les han recetado, pero aún así no logran evitar la inquietud que les invade cuando cae la oscuridad. De vez en cuando pasa algún coche o un grupo de jóvenes aprovecha la casi absoluta soledad de las calles para alborotar.

"Tengo miedo doctor". "¿Miedo?… ¿A qué?". Esta situación se viene repitiendo en todas las consultas médicas al menos desde hace dos meses . También los hospitales reciben de urgencia a personas afectadas por ataques de pánico sin causa que lo justifique. No se sabe lo que ocurre, pero lo cierto es que una extraña epidemia parece estar extendiéndose por Ciudad. De momento sólo las autoridades sanitarias son conocedoras de los pocos datos que existen sobre el caso y desde la más altas instancias se ha dado estricta orden de no hacerlos públicos, de mantenerlos en total y absoluto secreto hasta que se encuentre una razón que determine qué es lo que está ocurriendo.

Aunque los medios de comunicación se hayan plegado a un bochornoso pacto de silencio, tranquilizando sus conciencias agarrándose a la manida frase de que no es conveniente crear alarma social, ese secretismo resulta en cierto modo inútil. No pueden evitar que algunos ciudadanos comenten entre ellos, hablen y compartan sus experiencias. El boca a boca funciona, aunque no todos creen lo que se les cuenta, porque no todos sufren la extraña afección, sobre todo los jóvenes.

Según transcurren los días, el número de afectados no se estabiliza ni disminuye. Al contrario, los casos aumentan. Se siguen expidiendo recetas de tranquilizantes, mientras el sentimiento de impotencia crece entre los encargados de la investigación. Los análisis realizados a afectados elegidos al azar no ofrecen resultados concluyentes, todos se encuentran dentro de parámetros de absoluta normalidad. Sea lo que sea, se trata de algo desconocido, algo oculto que los científicos son incapaces de identificar.

Ahora anímate y sigue tu...

Belén dijo...

Qué gusto volver a leerte. Beso.

Manny dijo...

The time has come

Manny dijo...

the destination is right

Mi mascota pepe el pez

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